La Transformación: Un Viaje hacia la Autenticidad

Todo empieza cuando soy pequeño y mis padres quieren que tenga una vida maravillosa, después, todo sigue en que mi madre me lo quiere dar todo igual que mi tía pero sobre todo mi madre y eso hace que yo me crea que por derecho me corresponden las cosas, siempre ha habido una lucha con mi padre porque él sabe perfectamente que eso me iba a convertir en una persona que no iba a ser capaz de sacar su vida adelante, que piensa que las cosas de los demás me corresponden por derecho y me las tienen que dar porque sí.

A partir de ahí, yo empiezo a desarrollar la idea de que puedo llevar una vida fácil y no tener que esforzarme por conseguir las cosas como los demás, esto hace que jamás pueda tener en cuenta hasta el día de hoy el sufrimiento y el sacrificio que las demás personas realizan en su día a día para poder tener lo que tienen y encima ofrecérmelo.

Empiezo a desarrollar habilidades para manipular a las personas y que obtenga lo que quiera de ellas, pero en el fondo sé que soy un fraude y que no puedo sacar mi vida adelante como los demás y que estoy utilizando esas tácticas para conseguir lo que he aprendido o he decidido seguir, que es, que las cosas me corresponden por derecho.

En esto solamente hay amor por parte de mi padre, por querer sacar a su hijo adelante y que tenga una vida propia en la que se sienta orgulloso y que la haya conseguido y que tenga buena relación con las demás personas y que sepa lo que cuestan las cosas.

También está el amor de mi madre, que ha sufrido muchísimo para conseguir todo lo que ha tenido hasta límites impresionantes y que quiere que a su hijo nunca le toque eso, por eso me lo da todo y “mata” a quien tenga que “matar” para que lo tenga.

En todo esto lo que hay es un sentimiento en mí de que soy menos que los demás, porque no puedo sacar mi vida adelante por mí mismo, de que soy un fraude y un sinvergüenza, porque estoy siempre haciendo cosas y viviendo una vida a costa de los
demás en la que yo no me doy ningún valor y directamente me oculto con esas habilidades de manipulación ante los demás, y, por lo tanto, me comporto como una buena persona que es lo que yo soy, pero con todo eso la gente se queda fatal y siempre me colocan en un lado en el que hay que tener “cuidado” conmigo.

Lo que tengo que hacer es elegir de una vez la vida feliz que te da el poder conseguir las cosas por ti mismo y decidir ponerme a conseguirlas sin utilizar a los demás, saberlo y saber que a partir de ahí lo voy a hacer de verdad, entonces no voy a ser un fraude para mí.

Y desde este momento tener el máximo respeto por todas las personas y por todo lo que me dan y no me dan, para salir de ahí y poder ser feliz y tener relaciones con las personas felices, de respeto y amor.

No son las personas que se van, son los momentos felices que nunca viviremos, podemos vivir otros, mejores, iguales, pero los que no hemos vivido nunca volverán, así que adelante, para dejar de perdértelos más…